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El cuerpo sintiente de las artes del cuerpo: una crítica corporal a la cultura académico-artística..


 

RESULTADO DE INVESTIGACIÓN: Tesis doctoral: “El cuerpo sintiente de las artes del cuerpo” - Instituto Superior de Arte ISA de la Habana Cuba (2011)

 

Abstract


The relation between art and body question: A question on the method to study the body in the art The lecture subject is on the way science body paradigm have influenced the interpretations on the represented body. From this point of view it is established the need of take the body paradigm to assume a more integral and dynamic comprehension of the relation the art- the body- the feeling. The reflections are realized from Colombian art context perspectives, and from fine arts


Key words: Art, body, context and academic artistic culture


RESUMEN


La exposición oral presenta algunos resultados de la tesis doctoral “el cuerpo sintiente de las artes del cuerpo” [1] la cual desarrollé en el Instituto Superior de Arte de la Habana Cuba. En primer lugar se presenta una revisión crítica al cuerpo-concepto-objeto para la representación en las artes plásticas a partir de lo que nombro como el estatuto corporal del sistema de las artes reproducido por disciplinas de la cultura artística-académica, particularmente en Colombia, específicamente referido a los ámbitos de formación de artes plásticas y visuales. Posteriormente, a partir de la investigación basada en experiencias en creación en las artes del cuerpo [2] así como de la consultada de autores y teorías, se argumenta el carácter crítico que dichas artes han venido forjando respecto a este cuerpo-concepto del arte, desde mediados del siglo XX. Luego se propone el criterio teórico y metodológico de modos de relación respecto al cuerpo, como propicio para realizar una otra comprensión de las inter-corporeidades que se dan en los procesos creadores en el arte, no solo en relación a imágenes y obras, sino también de los intercambios del orden corporal y sensible que lo configuran. Por último se plantean las Condiciones del cuerpo sintiente que se revelan en las artes del cuerpo, en las cuales los procesos creadores configuran procesos para la creación social [3] de otros órdenes corporales posibles a partir de la renovación de los intercambiossensibles a partir las poéticas y prosaicas [4] humanas.


El estatuto corporal moderno en las artes plásticas: una pregunta acerca de los modos de relación respecto al cuerpo y las corporeidades en la cultura académica de las artes plásticas:


La instrumentalización del mundo de la vida que produjo la apuesta moderna por el racionalismo científico, ético- político y estético5, se manifiesta también en el abordaje del cuerpo como concepto en el arte, configurado a partir de cortes transversales de la complejidad de la condición corporal humana. Estos cortes, enfatizaron aspectos específicos necesarios para el uso de este cuerpo-concepto en las actividades de la representación, la mímesis, la analogía, la interpretación, la composición, etc. Bien sea como concepto-objeto de las técnicas, o bien, a la manera de objeto de estudio históricos, semiológicos, etc., los estudios del cuerpo en el arte, como estudios de imágenes de cuerpo, según lo argumenta Regis Debray [6] han sido sometidos la división del trabajo académico, por delimitación y abstracción de planos de realidad, que produce una desarticulación científicamente necesaria pero que tiene el inconveniente de ocultar los puntos que los unen. Para nuestro caso la condición vinculante es la condición corporal del sujeto artístico, o el sujeto que crea, adoptando la denominación que propone Amelia Jones [7], en El Cuerpo del artista; al develar el olvido sistemático de la condición corporal del sujeto artístico en el arte de la modernidad.


En particular en las artes plásticas sobre las cuales se centra la presenta reflexión, cada corte transversal de este cuerpo - concepto, ha enfatizado sobre distintos aspectos corporales en lo que a la actividad de la representación se refiere, sobre la cual Salabert (1994) [8], señala cómo los estudios acerca del “cuerpo” se han centrado en su gran mayoría en el análisis de los sentidos de lo icónico, lo histórico y lo representativo de la presencia del cuerpo en la plástica. Estas perspectivas son re-producidas de manera acrítica, según se pudo diagnosticar, en estudios sobre los programas de formación de artistas plásticos en Colombia [9], cuyos objetivos formativos tienden a establecer una relevancia [10] respecto a la producción de la imagen por la imagen, de la obra por la obra. Al asumir, la perspectiva anato- política [11], predominante en la tradición de la cultura hegemónica occidental, el arte como institución, también ha contribuido a la construcción de este imaginario corporal instituido respecto al cuerpo, a través de la reproducción acrítica del racionalismo estético en la formación académica de artistas, a partir de la cual se participa en la casi naturalización del orden corporal de las jerarquías de la injusticia. Mismas que han estructurado el uso, el abuso, las violencias, la cosificación y la mercantilización de los cuerpos en las sociedades del capitalismo industrial, de consumo y cultural [12]. El predominio de viejas comprensiones y practicas respecto al cuerpo, como objeto y cosa para estudios de la representación en los procesos en la cultura académica de profesionalización de artistas plásticos y visuales en Colombia, contrasta con las realidades de la violencias contra el cuerpo que alimentan la cultura de la agresión y de la voz del más fuerte como mecanismo de construcción y ejercicio de las identidades en el país[13]. Aún cuando en el campo artístico en general a partir del desarrollo de mediados del siglo XX, las corrientes de arte de acción, arte del cuerpo y arte de la tierra han instalado las realidades corporales como un eje legítimo y problémico de las prácticas artísticas; para el caso Colombiano, los programas de formación no incorporan las posibilidades reconocidas del carácter crítico de las artes del cuerpo, en función de contribuir desde la cultura académica artística a la transformación de las realidades que atañen a las violencias contra los cuerpos, las cuales por más de medio siglo han afectado a nuestras gentes; específicamente en cuanto a las violencias simbólicas en prácticas como discriminaciones, intolerancias, machismo, racismo, homofobia, anonimatos, violencias de género, segregación regional y marginalidad.


El arte del cuerpo, desde su desarrollo inicial en el seno de las artes plásticas y visuales, ha merecido denominaciones [14] como arte corporal, artes de la acción, arte perturbador, arte carnal, arte anatómico, arte carnal, etc. La denominación que propongo de artes de la corporeidad, parte de reconocer la necesidad de una pluralización de la denominación inicial, debido a la versatilidad y flexibilidad de las prácticas de creación en esta modalidad artística, las cuales han convocado históricamente la acción transdisciplinar entre las artes, pero además en enfatizar la perspectiva o carácter crítico de dichas artes al destacar las realidades corporales humanas en la tensión entre el cuerpo como motivo de la creación artística y el cuerpo como objetivo de destrucción por la violencia y la guerra. En Colombia, la denominación de artes del cuerpo es acuñada por prácticas artísticas de críticos y artistas respecto al tema.[15]


En la tesis de doctorado, el cuerpo sintiente de las artes del cuerpo, presenté un estudio inicial referido a la manifestación de lo que llamo el estatuto corporal moderno en el ámbito académico-artístico de las artes plásticas y visuales. Desde mi experiencia como investigadora, como creadora, y como maestra en el ámbito de la formación universitaria de dichas artes, pude vivenciar y adquirir certezas respecto a una enfática de la racionalidad estética moderna aún vigente en esta cultura académica, que reproduce de facto la división entre cuerpo–mente formando en y desde un extrañamiento entre el cuerpoconcepto simulado y abstracto de teorías y técnicas y, las condiciones y realidades corporales humanas de los sujetos artísticos que llevan a cabo los procesos creadores, en dichos ámbitos formativos. No he trabajado en esta reflexión desde la categoría del artista en cuanto productor de obra para la institución arte, sino desde los seres humanos que en tanto seres corporales llevan a cabo procesos creadores, “sujetos” a condiciones y valencias biológicas, físicas, psicológicas, sociales, personales, energéticas, noogénicas (Rico Bovio, A.,1990, pp.53, 89), asumiendo la perspectiva de una crítica corporal a la cultura propuesta por el pensador mexicano Arturo Rico Bovio16 (Op.Cit., pp.53, 89); no un pensar en el cuerpo ….. Para dicho autor (Pp.39-121), la corporeidad como categoría de la vida y del arte, es dinámica y polivalente, experiencia intransferible desde el “cuerpo vivido y desde el cuerpo valorado en la cultura objetivada”, éste último como “fenómeno propio de un contexto social que se proyecta a sus miembros integrantes” [17];… la cual puede ser considerada más allá de los “límites orgánicos individuales”, en el marco colectivo, susceptible de ser denominado el “cuerpo social”, el cual configuramos colectivamente.


Además de la corporeidad constituyeron pilares de la presente investigación: la condición corporal humana, la conciencia reflexiva de cuerpo, el proceso creador, los vínculos sociales rotos, la violencia simbólica. Para tratar de manera relacional crítica, dichos pilares teórico-vivenciales, además de los autores y teorías sobre la corporeidad se consultaron estudios históricos que tratan la representación del cuerpo en la plástica, y estudios críticos sobre el cuerpo en plástica de siglo XX y contemporáneos, así como estudios como estudios para una mirada crítica del cuerpo en Colombia. Además, a manera de diagnóstico del contexto, se consultaron artistas maestros de las artes del cuerpo, estudiantes y proyectos de grado sobre el tema.


Destaco entre otros las siguientes fuentes: El proceso civilizatorio de Elías, N (1978), The body as representation and Being –in-the-World en Csordas (1996), Turner, B. (1989). El cuerpo y la sociedad; Epistemologia del sur (2009) de Sousa Santos, el planteamiento de la socio-estesis en Katya Mandoky (1994,2006) Prosaica I y Estéticas de la vida cotidiana. Prosaica II, La estética relacional de Borrieaud (2006); el trabajo de Goffman (1987) acerca de La presentación de la persona en la vida cotidiana; Pichon Riviere (1985) Teoría del vínculo; Ramírez, Juan (2003). Corpus Solus. Para un mapa del cuerpo en el arte contemporáneo; Schimell, P (1998). Arte y acción, entre la performance y el objeto; uhiwai Smith Linda (1999) Decolonizing Methodologies Research and indigenous people; Restrepo José Alejandro (2006) Cuerpo Gramatical, cuerpo, arte y violencia; Fuenmayor Víctor (1999) El cuerpo de la obra; las memorias corporales con Piera Alugnier (1991); Estudios del proceso creador de Didier Anziu (1987); “Fragmentos para una historia del cuerpo humano” por Nadaf, R., Tazi, N., Feher, M (1992); Estudios críticos sobre la representación del cuerpo en las artes plásticas y visuales del siglo XX- XXI, y en las artes del cuerpo en particular como el de Ramírez,J (2003) Corpus Solus. Para un mapa del cuerpo en el arte contemporáneo; Schimell, P (2008) Arte y acción, entre la performance y el objeto; Jones (2006) El cuerpo del artista, Alfano Miglietti (2003); así como estudios para una mirada crítica sobre el cuerpo en el contexto colombiano como Cuerpo fábrica del Yo , de Brigante R., Chirolla, G. (2005); Pedraza, Z (2004) Régimen bio político en América Latina, cuerpo y pensamiento social, 2004); Larraín (1996) Modernidad, Razón e Identidad en América Latina.


Como resultado del análisis comparativo entre lo vivido y las fuentes, fue posible una reinterpretación de los procesos creadores en las artes del cuerpo, como procesos vivos de inter-corporeidades en los cuales se configuran además de obras, otras realidades corporales colectivas, posibles a través de las poéticas y las prosaicas en tránsito, que se dan al interior de dichos procesos. Los procesos creadores en las artes del cuerpo toman forma a partir del movimiento de los intercambios humanos del orden experiencial del sentir [18].Este último referido a las experiencias del sentir desde el cuerpo vivido personalmente, el cuerpo cultural compartido, constreñido para el caso específico por las culturas académica y artística y, desde los cuerpos sociales colectivos a los que se pertenece en la perspectiva citada de Rico Bovio (1990., Op.Cit). En estos procesos creadores vivos, a través de prácticas como el recuerdo y el encuentro, mediante el registro y análisis de narrativas y prácticas creadoras como corpografías y performances, pude constatar que los sujetos artísticos como seres corporales, establecían desde estos intercambios del sentir, otras maneras distintas de relacionarse respecto al “cuerpo” en dichos ámbitos. Dichas maneras aun cuando no eran visibles a primera vista por la relevancia del orden académico en la producción de obra, sí trascendían la representación académica del cuerpo como cosa-anatómica interpretada desde escalas, cánones, proporciones y perspectivas, técnicas y discursos. Para entonces se hizo evidente que dichos sujetos proyectaron valoraciones afectivas y temporales provenientes de sus vivencias corporales, específicamente en la configuración espacio-temporal de las imágenes de cuerpo que representaban, a manera de una auto-representación o anatomía del sentir, no en todos los casos, asumida a propósito. En los procesos creadores colectivos que convoqué desde las artes del cuerpo, a denominados como: los anónimos, Grito patrimonio gestual colectivo!!!,


Duerme, Palabras de Carne, Conversación con mi sombra; los intercambios del sentir, se manifestaron a través de vivencias, memorias, pensamientos, valoraciones, creencias, nociones, opiniones respecto a la experiencia de ser o de tener el cuerpo propio.


A partir del análisis comparativo entre experiencia, fuentes teóricas y vivas, así como el dialogo con artistas maestros y sujetos de la formación del contexto indagado, fue posible entonces configurar el criterio teórico/ practico de modos de relación respecto al respecto. Dicho criterio permitió la valoración integral de las maneras de la interacción de los sujetos artísticos en las prácticas de artes del cuerpo y además permitió una re-interpretación de la representación del cuerpo a través de imágenes, presentada por las fuentes consultadas. Este criterio me permitió interpretar no imágenes y artistas sino la valoración de la representación a partir de los modos como se relacionaron respecto al cuerpo distintas sociedades de occidente, en épocas especificas citadas por las fuentes. Es decir, que dicho criterio favoreció una otra interpretación de la representación del cuerpo en la plástica, vista como una manifestación del desarrollo de la conciencia corporal, alcanzado en cada época. Admitiendo como lo señala Arturo Rico Bovio (1990., Op.Cit) que el conocimiento que hemos alcanzado, respecto al cuerpo que somos, aún es insuficiente. Dichos criterio también se constituyó en herramienta de apoyo para los procesos creadores colectivos, haciendo de mi práctica formativa como maestra, ámbitos propicios para la creación colectiva crítica particularmente respecto al ejercicio de las violencias simbólicas en las inter-corporeidades en el contexto específico.


El criterio de modos de relación respecto al cuerpo, fue definido como: Las tramas de tensiones vitales que tejemos en las interacciones humanas en tanto seres corporales, a partir de los intercambios de todo orden que conforman las realidades propias de los cuerpos vividos personal, social, cultural e históricamente, en donde las dinámicas de concepción respecto al cuerpo se extienden y se proyectan en dinámicas de valoración social y cultural de las corporeidades, y a la vez, dan sentido y se manifiestan en la representación poética y prosaica de los cuerpos. Las valoraciones que ejercemos sobre los cuerpos, en cualquier ámbito humano, develan y ponen en el movimiento social de los intercambios humanos, nuestras concepciones, ideas, creencias y sentires respecto al cuerpo. Tanto concepciones como valoraciones respecto al cuerpo se manifiestan en los productos de actividades humanas de la vida cotidiana, de las artes, las ciencias, las filosofías, las religiones, etc. A partir de este criterio fue posible interpretar aspectos de lo que llamo un estatuto corporal moderno en la plástica. La perspectiva anato-política, con su orden visual/mental instaló la separación entre mente/cuerpo y cuerpo/mundo, la cual es evidente en la base de los procesos de autonomía del “arte” y de la “ciencia”, así como de la diferenciación y el extrañamiento entre “naturaleza” y “cultura, de la diferenciación entre lo propio de la ciencia o investigación y lo propio del arte o la creación y la recepción.


En la búsqueda de la autonomía, la estética como disciplina, participando también del modo de relación clasificatorio y enciclopedista respecto al cuerpo, hizo lo propio, en la clasificación de las artes, con la consecuente asignación a cada una de las artes de procesos y órganos del sentir humano, así como de la valoración simbólica de sus respectivas funciones; con lo cual la capacidad integral de la sensibilidad humana es asumida en las artes desde la fragmentación. A manera de ejemplo [19], se clasificaron los signos, y las acciones como naturales o de condición sensitiva, pintura, música; y, Signos abstractos artificiales: formas discursivas del habla, representaciones abstractas. Se clasificaron las acciones en Signos arbitrarios, como la poesía, basada en acciones de carácter progresivo eminentemente temporal; y, Signos naturales, basados en acciones simultáneas en un mismo momento en el espacio como la pintura. Se establecen diferenciaciones entre lo plástico y lo pictórico de lo háptico y lo táctil. El sistema de las artes se dedicó a establecer lo propio de cada una de las artes y en términos generales, enfocó sus estudios a los valores estructurales de la obra: perceptivos, emotivos, morales, anímicos; la emoción estética, el placer de la ilusión estética, la finalidad interna y externa, el desinterés etc. humana y sus clases corporales. Del mismo tono de la conciencia corporal clasificatoria de la época, también es producto la clasificación de las razas, la cual se pervive y se reproduce como uno de los pilares fundamentales de las jerarquías de la injusticia.


Interpretamos que esta anatomía fragmentada del sentir humano vigente en las artes, establece por sí misma un modo de relación respecto al cuerpo, basado en concepciones , valoraciones y representaciones respecto al cuerpo, configuradas por principios de dualidad: entre lo material y lo espiritual, manifiesto también como lo visible y lo no visible20, lo visual/ mental ó realidad y simulación; principio de relevancia o de enfoque: la parte por el todo o principio de la jerarquización; y por el principio de la valoración del órgano por la función: por el cual se sobre valora lo visual/ mental o la razón por sobre la sensibilidad. Este último, puede ser considerado como principio de la desintegración en cuanto ha sido propicio para poner en marcha el orden los intercambios humanos de todo orden, las jerarquías de valoraciones, a partir de las cuales se da la subvaloración de la condición corporal en cuanto manifestación matérica como carnalidad significante y carnal en contraste con la sobre-valoración de lo mental, de la idea, lo abstracto, el significado. Para nuestro caso, la sobre valoración de la imagen de cuerpo representado u obra, en relación con el anonimato de la condición corporal de los sujetos artísticos.



El cuerpo sintiente
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