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Un autor que habla de la enseñanza de la vida en la naturaleza: El caso Vigo*


 

RESULTADO DE INVESTIGACIÓN: Proyecto de investigación: “Los discursos de las prácticas corporales” (2010 - 2011) 11/H 564.- Universidad Nacional de La Plata UNLP, La Plata Provincia de Buenos Aires, Argentina - mariovalentinm@hotmail.com

 

Creo que el siglo XIX en Europa produjo un tipo de autor singular

que no debe ser confundido con los "grandes" autores literarios,

o los autores de textos religiosos canónicos y los fundadores de las ciencias.

De manera algo arbitraria, podríamos llamarlos "iniciadores de prácticas discursivas".[1]


Esta presentación busca como principal objetivo indagar los discursos que señalan los modos de enseñanza de las prácticas en la naturaleza referidas al campamento[2] como principal escenario para dichas prácticas. De acuerdo con estudios establecidos previamente por nuestro equipo de investigación[3], a las prácticas en la naturaleza se las suele confundir con saberes vinculados al cuidado del medio ambiente o medio de enseñanzas morales, higiénicas o espirituales. El caso Vigo lo entendemos como fiel testimonio de su uso como medio de enseñanzas morales, higiénicas y espirituales de manera expresa.


En nuestra exposición mostraremos un análisis centrándonos en considerar las formas teóricas, epistemológicas y metodológicas de este conjunto de prácticas corporales en la naturaleza y su enseñanza a partir de revisar un manual de enseñanza en educación física de las prácticas en la naturaleza. Se trata de averiguar en un texto clásico y común en los programas de estudios de los profesorados preguntando cómo se propone la enseñanza de prácticas corporales para poder rastrear los principios y las formas de producir conocimiento que esa enseñanza implica.


“La condición sine qua non del campamento organizado es su instalación al aire libre, junto con las experiencias propias de la vida en la naturaleza. Esta es la característica básica, indispensable, del campamento. Por el hecho de su instalación al aire libre, conduce al cultivo de una actitud emocional de familiaridad con la naturaleza y el desarrollo de conocimientos propios de la vida rústica.”(M.Vigo, pág 4)


Ésta ponencia presenta los por qué de una maniobra metodológica, para llevar a cabo un aspecto del proyecto de investigación. En éste se cuestiona el concepto de cuerpo que las teorías psicológicas que son validados en la bibliografía referida a la formación para la enseñanza de los encargados de gestionar, promover y coordinar actividades de campamentos.


Así, entendemos que el objeto de estudio de la Educación Física ha sido elaborado por fuera de ella, ha sido tomado su método y técnica de otro campo que no corresponde con la lógica del campo de las prácticas corporales.


A nuestro entender el rol del investigador no es el de situarse un poco adelante o un poco atrás, para decir alguna cruda verdad de todos; es ante todo dar una pelea discursiva contra las formas de poder allí donde éste es a la vez el objeto y el instrumento: en el orden del saber, del poder y del discurso, siendo éste el caso que el proyecto ha tratado de analizar.


Dice Foucault: No más repeticiones agotadoras. "¿Quién es el verdadero autor?" "¿Tenemos pruebas de su autenticidad y originalidad?" "¿Qué ha revelado de su más profundo ser a través de su lenguaje?". Nuevas preguntas serán escuchadas: "¿Cuáles son los modos de existencia de este discurso?" "¿De dónde proviene? ¿Cómo se lo hace circular? ¿Quién lo controla?" "¿Qué ubicaciones están determinadas para los posibles sujetos?" "¿Quién puede cumplir estas diversas funciones del sujeto?". Detrás de todas estas preguntas escucharíamos poco más que el murmullo de indiferencia: "¿Qué importa quién está hablando?"[4]


El caso del que tratamos es como llamamos el caso Vigo, un autor para la Educación Física amparado en la Psicología.


Las prácticas y los actores que conforman las mismas cobraron una importancia decisiva, a partir de ellas implica cambiar la lógica de producción del saber, en donde la función del intelectual pertenezca al maestro del cuerpo y no a las demás ciencias que intentan legitimarlas.


En este trabajo que pretende analizar los fragmentos metodológicos del proyecto de investigación, nos proponemos un análisis de las prácticas en un autor[5] de las mismas, para interpretar por qué ocurren ciertos fenómenos. Las prácticas están formalizadas por presupuesto teóricos que se denuncian insuficientes por provenir de estudios elaborados en las ciencias naturales, pero tampoco se trata de hacer un relevo metodológico proveniente de las ciencias sociales, sino que se plantea construir un saber teórico y metodológico desde y de la propia práctica.


En la página 130 del manual investigado dice: La Teoría de Thorndike[6]


Las ideas sobre aprendizaje de este autor han tenido una gran influencia sobre la práctica educativa, quizás porque no dedicó su atención sólo a los aspectos teóricos del aprendizaje, sino también e intensamente a las situaciones reales que se presentan en la clase.


Y en la página 133: La teoría de Gestalt[7] dice que el aprendizaje es el resultado de una captación inteligente de la situación.


Las prácticas no narran sólo las meras acciones de los actores sino también un conjunto de disposiciones teóricas, sociales, históricas y políticas que las conforman.


En procura de seguir tras las huellas de nuestro objeto de estudio no intentamos dar cuenta de una historia de prácticas y discursos, mejor que ello nos moviliza la posibilidad de indagar o interrogar a esas prácticas discursivas y no discursivas a cerca de sus condiciones de existencia.


Los medios de interpretación hacen frente, en el pensamiento moderno, a las técnicas de formalización. Aquellos tratan de hacer hablar al lenguaje por debajo de él mismo, éstas intentan controlar todo lenguaje eventual y cargar lo que es posible decir con el peso de la ley. Esta división nos pesa y nos domina. Sin embargo, no se trata de una separación rigurosa; la interpretación y la formalización poseen un lugar común, son parte de una misma disposición epistémica. Sabemos de otras disciplinas que atraviesan y legitiman a la Educación Física, pero para esta ponencia sólo recortaremos el análisis en la psicomotricidad tanto en las prácticas discursivas y no discursivas de la Educación Física, objeto de nuestra indagación.


La arqueología es una modalidad de análisis del discurso, es el análisis del discurso en la modalidad de archivo. La interpretación del mismo no refiere a su autor, sino a las condiciones de existencia en el cual fue enunciado.


“[…] la tarea de la arqueología, a diferencia de la historia, esta tarea que consiste en tratar a los documentos como monumentos, esa tarea es la de describir enunciados. El enunciado es el objeto de la descripción arqueológica. Voy a tratar de explicar, digo tratar de explicar porque el mismo Foucault da varias vueltas en el texto para explicar esto. En La arqueología del saber creo que hay cuatro cosas que nos interesan. Una que ya expliqué y que es cual es el uso de arqueología; otra es cual es la noción de enunciado, otra es la noción de formación discursiva y otra es la reelaboración del concepto de “episteme”. Estos son lo cuatro puntos que me interesan.” [8]


En este párrafo podemos encontrar pistas que nos permitan seguir nuestra búsqueda investigativa, a través de los enunciados, la formación discursiva y la episteme que aparecen en el Manual de Vigo. Para los enunciados se debe realizar no una apreciación lingüística, sino poder descubrir porque aparecen estos enunciados y no otros .En relación a la formación discursiva debemos tener en cuenta que ellas son un conjunto de reglas anónimas, históricas, siempre determinadas en el tiempo y en el espacio, que se definen en una época y para algo geográfico o social.


La arqueológica define una metodología de análisis que describe los discursos como prácticas específicas; es decir, a la manera de Michel Foucault, como las condiciones históricas de posibilidad de enunciados, que involucran prácticas interpretativas institucionales en la articulación de la diacronía y la sincronía.


El sentido que Foucault le imprime a este modo de investigar no intenta descubrir o rastrear un origen o determinar un principio, sino realizar de modo semejante a la ciencia arqueológica, una descripción intrínseca de los monumentos, esto es, de los discursos. Lo que busca mostrar es que no existen por una parte discursos inertes y por otra sujetos que los manipulan o los renuevan, sino que los sujetos forman parte del campo discursivo, en el que ocupan una posición con posibilidades de desplazamiento y en el que cumplen una función con posibilidades de mutación. Así en nuestro proyecto no buscamos saber que es lo que provocó el origen de un discurso psicologista, sino nos interesa saber de los enunciados a cerca del cuerpo en el momento que “La Psicología” le habla a los profesores de Educación Física. El intento teórico de caracterizar la unidad fundamental del acontecimiento discursivo lleva a Foucault a usar la noción de "enunciado". Así vemos que se hace necesario realizar algunas puntuaciones terminológicas que nos permitan distinguir ciertas expresiones que utiliza con frecuencia, como: actuación verbal o lingüística, formulación, frase, proposición. Comprende por actuación verbal o lingüística todo conjunto de signos efectivamente producidos a partir de una lengua, natural o artificial; por formulación, el acto individual o colectivo que hace surgir, a partir de la materialidad, un conjunto de signos; por frase, la unidad analizada por la gramática; y por proposición, la unidad de la lógica. Por enunciado, en cambio, precisa " la modalidad de existencia de un conjunto de signos" que le permite ser algo más que un simple conjunto de marcas materiales, ello le facilita mencionar a objetos y a sujetos, entrar en relación con otras formulaciones, y que le faculta, además, la repetibilidad. (Foucault, 1993, p. 179-180)


Poder referirse a objetos, de implicar sujetos, de relacionarse con otras formulaciones y de ser repetible, no se reduce ni a las posibilidades de la frase en cuanto frase, ni a las posibilidades de la proposición en cuanto proposición. El enunciado[9] se articula sobre la frase o sobre la proposición, pero no se deriva de ellos. No habla de la proposición, en primer lugar, debido a dos razones: porque para hablar de enunciado no es necesario que exista una estructura proposicional, y porque dos expresiones equivalentes desde el punto de vista lógico, no son necesariamente equivalentes desde el punto de vista enunciativo. Además, en cuanto a la correspondencia entre el enunciado y la frase, Foucault señala que no todos los enunciados poseen la estructura lingüística de la frase, no solo porque el enunciado comprende los sintagmas nominales, sino porque las palabras dispuestas en columna en una gramática latina, por ejemplo, como "amo, amas, amat..." también constituyen un enunciado. Junto a estas distinciones respecto de la unidad de la gramática y de la lógica -y precisamente a causa de ellas- Foucault destaca la correspondencia entre los enunciados y lo que los analistas ingleses llaman speech acts (actos de habla)[10]. En este sentido afirma que: "Aquí tampoco se podría establecer una relación bi-unívoca entre el conjunto de los enunciados y el de los actos elocutorios.” (Foucault, 1993, p.139). Es indudable que lo fundamental en el acontecimiento[11] discursivo es la noción de relación, entendida esta como un conjunto de conjunciones de "coexistencia, sucesión, funcionamiento mutuo, determinación recíproca, transformación independiente o correlativa " (Foucault, 1993, p. 63). Foucault precisa la naturaleza de los acontecimientos discursivos al determinar las relaciones de los enunciados entre sí, aun cuando percibe que tal determinación es todavía insuficiente, porque no da cuenta de la existencia material e histórica de los mismos.


Si una comunidad predica la adquisición y desarrollo de valores tales como amistad, tolerancia, comunicación, convivencia, cooperación, respeto por los otros, mutualismo y buena voluntad, la existencia de estas cualidades estará implícita en las acciones y palabras de todos los miembros del campamento, del director para abajo.(M.Vigo,pág.234)


Para que una secuencia de elementos lingüísticos pueda ser considerada y analizada como enunciado, debe poseer, según Foucault, materialidad. Esta no es una condición entre otras, sino que es constitutiva. "... no es simplemente principio de variación, modificación de los criterios de reconocimiento, o determinación de subconjuntos lingüísticos. Constituye el enunciado mismo: es preciso que un enunciado tenga una sustancia, un soporte, un lugar y una fecha." (Foucault, 1993, p.169). Sin anticipar demasiado podría decirse que la investigación del "modo de materialidad" del enunciado se orienta más hacia la sustancia y el soporte que hacia el lugar y la fecha. "El régimen de materialidad al que obedecen necesariamente los enunciados es, pues, del orden de la institución más que de la localización espacio-temporal." (Foucault, 1993, p. 173). Foucault descubre que en realidad la "localización espacio-temporal" puede ser deducida de las "relaciones" entre enunciados o grupos de enunciados, si se comprende que hay que reconocer a dichas relaciones una existencia material, vale decir, que esas relaciones no existen fuera de ciertos soportes materiales en los que se encarnan, se producen y se reproducen. Esto pone de manifiesto la necesidad de pensar la historia de los acontecimientos discursivos como estructurados por relaciones materiales encarnadas en instituciones.


Para algunas personas,lo religioso es algo tan sagrado que está fuera del alcance de las investigaciones, los métodos científicos y toda forma de apreciación.(M.Vigo,pág.235)


El Autor se ha formado en el Instituto Técnico de la Asociación Cristiana de Jóvenes[12], y se desempeñó inicialmente en su división juvenil.[13]


La necesidad, reconocida pues por Foucault, de definir "el régimen de materialidad" del discurso, la necesidad correlativa de elaborar una nueva categoría de discurso y la de pensar la historia de este discurso, es la triple tarea que intenta llevar a cabo en La arqueología del saber.

Foucault nos provee de una definición de discurso, como "conjunto de enunciados que dependen de un mismo sistema de formación" (Foucault, 1993, p.181). Si se tiene en cuenta lo dicho acerca del "modo material del enunciado", el discurso no puede definirse fuera de las relaciones que lo constituyen (por eso habla más bien de "relaciones discursivas" o de "regularidades discursivas"), y esto ocurre porque, en definitiva, este discurso es una práctica, lo cual no refiere a la actividad de un sujeto, sino a la existencia objetiva y material de ciertas reglas a las que ese sujeto debe ceñirse desde el momento en que interviene en el discurso. Para un “psicologista” no hay otro modo de serlo que hablando un idioma psicologista. Y no sólo haciendo o enseñando prácticas psicologistas.


Las relaciones discursivas no son internas con respecto al discurso, no son lazos existentes entre conceptos o palabras, frases o proposiciones; pero tampoco son externas, es decir, no son circunstancias exteriores que lo constriñen. Por el contrario, determinan el conjunto de relaciones que el discurso debe efectuar para tratar acerca de determinados objetos, para nombrarlos, analizarlos, explicarlos, clasificarlos, etc. De ahí que tales objetos deban ser definidos "... refiriéndolos al conjunto de reglas que permiten formarlos como objetos de un discurso y constituyen así sus condiciones de aparición histórica." (Foucault, 1993, p. 78-79). El discurso aparece, entonces, en una relación fácil de describir con respecto al conjunto de otras prácticas.


La categoría de práctica discursiva, tal como la propone Foucault, es indicativa de una innovación teórica que consiste en no establecer ningún discurso fuera del sistema de relaciones materiales que lo estructuran y lo constituyen. Esta nueva categoría determina una línea de demarcación entre La arqueología del saber y Las palabras y las cosas.


El trabajo que sistematiza Foucault no constituye, pues, una formalización ni una exégesis, sino una arqueología, es decir, la descripción del archivo (conjunto de reglas que, en una época dada y para una sociedad determinada, definen los límites y las formas de su decibilidad, conservación, memoria, reactivación y apropiación), o sea, las exigencias a las que responden las categorías fundamentales expuestas en La arqueología del saber. No se trata de otra cosa, entonces, que pensar las leyes que rigen la historia diferencial de las ciencias desde distintos ámbitos.


Para poder iniciar el estudio de un efecto que quisiéramos enunciar como insuficiente no deberíamos soslayar la existencia de disciplinas que se estructuran a partir de estudios provenientes de otras ciencias, así nuestro trabajo hace a un lado la hojarasca allí donde vemos que es a la vez el objeto y el instrumento: en el orden del saber, del poder y del discurso, siendo éste el caso que el proyecto analió y en nuestra ponencia el efecto de una disciplina . Hoy para el caso Vigo es la Psicología.


Las disciplinas, en el orden del saber, son las formas discursivas de control de la producción de nuevos discursos. La disciplina aparece como una limitación de lo discursivo y determina las condiciones que debe cumplir una proposición determinada para entrar en el campo de lo verdadero: establece de que objetos se debe hablar, qué instrumentos conceptuales o técnicas hay que utilizar, en que horizontes teóricos se debe inscribir.


En el campo de la Educación Física es demasiado habitual ciertos discursos que son transmitidos de manera dogmática y la psicología (Conductista, Conexionista, por ser el caso que hoy nos ocupa) fue uno de ellos.


Una de las manifestaciones centrales de esta posición consiste en afirmar que realizando determinadas actividades motrices se logra, entre otras adquisiciones, una adecuada estructuración de las nociones de tiempo y espacio. La noción de Psicología Conexionista (asociada a la idea de unidad práctica-hábito), o Psicología Gestáltica (asociada a la idea de unidad fondo-figura) se refieren al “hombre integro”, “el hombre total”. La educación psicologista concibe que hay mentes en los seres humanos desde el momento que hay un aparato sensorial que permite la adaptación al medio, priorizando la acción, es decir, se postula que el pensamiento se desprende de la acción.


“Ella condiciona todos los aprendizajes preescolares y escolares; los cuales no pueden ser llevados a cabo si al niño no se le hace tomar conciencia de su cuerpo; a lateralizarse, a situarse en el espacio, a medir el tiempo, si no ha adquirido una suficiente habilidad y una coordinación de sus gestos y movimientos”[14].


El trabajo vivencial en los campamentos como vida en la naturaleza en el que se basa Vigo comprende el equilibro, el esquema corporal, la lateralidad, la organización espacio temporal que luego le permitirá adquirir un manejo de la motricidad segmentaria para la escritura, es decir, una educación con fines intelectualistas, un cuerpo reprimido en lo simbólico obligado a pensar.


“[…] el pasaje de un esquema corporal inconsciente a un esquema corporal consciente prepara a la persona para la eficacia operativa sobre el medio […] y sobre el cuerpo […] en relación con la estructuración del esquema corporal consciente se efectuará la estructuración de los datos espacio tiempo relativos al medio. Esta estructuración tendrá como fin la imagen del cuerpo orientado”[15].


Al querer dar cuenta de nuestro movimiento en una práctica de campamento nunca podríamos percibirnos como unidad. El cuerpo de las prácticas corporales es pura fragmentación, como así también es inconsciente por lo que aquí encontramos dos puntos opuesto al postulado psicologista. El cuerpo es percibido por parte, nunca podríamos percibirnos como unidad. La idea de pensar y de pensar si quiera en el cuerpo mismo, impediría el movimiento. Hay una inconstancia y un cambio permanente en relación a la situación. Para pensar el cuerpo así, no hay que pensar el cuerpo en movimiento, sino en acción de relación, en relación con situaciones. Si mi cuerpo hace lo que tiene que hacer en un campamento y lo hace bien, es porque entendió la lógica de la situación en la cual está metido; por lo tanto ese cuerpo situado no puede estudiarse como un cadáver, en inmovilidad, sino en el conjunto de las relaciones. Todos tenemos un organismo, una unidad orgánica, esa no es lo que cuestión sino que esa unidad orgánica no se puede dar sin palabras; “para que la individualidad orgánica se convierta en cuerpo es preciso que el significante introduzca el uno” (Soler, 1993, p. 2). El cuerpo que se plantea en el Caso Vigo no es el cuerpo de la practicas; ha sido elaborado un cuerpo a partir del campo de conocimientos de otras ciencias ( psicología experimental con animales y luego con humanos) y no ha sido tomado como base la recuperación de la prácticas corporales.


Este discurso es transmitido de manera dogmática. En palabras de Foucault podríamos definirlo como prácticas discursivas, hay ciertos autores que produjeron no sólo su propia obra, sino también la posibilidad y las reglas de formación de otros textos. En este sentido, su rol difiere completamente de aquel novelista, por ejemplo, quien, básicamente, nunca es más que el autor de su propio texto. Freud no es simplemente el autor de La interpretación de los sueños o de El chiste y su Relación con lo Inconsciente, y Marx no es simplemente el autor del Manifiesto Comunista o El Capital: ambos establecieron la infinita posibilidad del discurso. “No hay afirmaciones "falsas" en la obra de estos iniciadores; aquellas afirmaciones consideradas fortuitas o "prehistóricas", por estar asociadas con otro discurso, son simplemente ignoradas en favor de los aspectos más pertinentes de su obra”[16]


Sin duda, los conceptos propios de la biología, de la psicología, entre otros, utilizados en la Educación Física responden a la lógica y necesidades de otro campo. El objeto de las prácticas corporales: el cuerpo, es de una increíble complejidad y diversas disciplinas lo emplean, pero este cuerpo tiene una lógica para cada campo. Indagar, "regresar al origen”, al texto en sí mismo, prestando particular atención a aquellas cosas registradas en los intersticios del texto, sus espacios en blanco y sus ausencias y a la lógica en la cual fue creado, permitirá analizar el cuerpo de la Vida en la Naturaleza pensado desde la psicología conductual y la psicología gestáltica, en este caso, la lógica en la cual fue estudiado y formalizado.


“El discurso está constituido por un conjunto de secuencias de signos, en tanto ellas son enunciados, es decir, en tanto que se les puede asignar modalidades de existencia particulares”[17]


El enunciado no es una proposición o frase. No coincide con la oración, ni con el acto de habla. Es una proposición en relación a sus condiciones de existencia; se comportan respecto de las normas de regularidad. La búsqueda del conocimiento del discurso de la psicología, el regreso al origen del texto, a las prácticas discursivas, no refiere a los conocimientos de éste, sino más bien a sus condiciones de posibilidad; que como mencionamos reiteradas veces no remite a las condiciones en las cuales se encuentra el cuerpo de las prácticas corporales.


Volver a las prácticas, a nuestras propias prácticas, permitirá a los maestros del cuerpo analizar, un cuerpo que habla, desea y es sostenido por la palabra. Un cuerpo que no es un organismo, sino un cuerpo, en tanto que lo biológico se desplaza al estar inmerso en la cultura.


Se percibe un alto grado de especulación teórica en la Educación Física la cual no ha sido elaborada tomando como base la recuperación de las prácticas, sino trasponiendo al campo los conocimientos producidos en otras ciencias. Fruto de ello, las prácticas cobraron una importancia decidida. Pero no más en tanto prácticas pedagógicas, o didácticas, sino a un conjunto de disposiciones teóricas, sociales, históricas, políticas que las configuran.[18]


En palabras de Michel Foucault: prácticas como “la racionalidad o la regularidad que organiza lo que los hombres hacen (‘sistemas de acción en la medida en que están habitados por el pensamiento’), que tienen un carácter sistemático (saber, poder, ética) y general (recurrente), y que por ello constituye una ‘experiencia’ o un ‘pensamiento” (Castro, 2004, p. 274)


Las prácticas emergen inmersas en el pensamiento, históricas, por ende políticas, fusionando elementos materiales y simbólicos, discursivos y no discursivos. “El dominio de la practica se extiende del orden del saber al orden del poder” (Castro, 2004, p. 273)


Por lo tanto analizar el cuerpo a partir de las propias prácticas implica recuperar la esencia de las mismas. Analizar el cuerpo allí en donde este posee una lógica propia, que no es la de las demás Ciencias que intentan definirlo en nuestro campo, es uno de la primeros pasos metodológicos en busca de la definición del mismo; lo que implica consecuentemente la producción de un saber propio. Las prácticas cambian, el cuerpo cambia ya que es inconstante y está unido a la acción; si la acción cambia, el cuerpo cambia. Para pensar el cuerpo así, no hay que pensar el cuerpo en movimiento, sino en acción de relación, en relación con situaciones; por ello no puede estudiarse el cuerpo en inmovilidad, como si fuera un cadáver. El cuerpo que existe –si hay condiciones para ello- en la naturaleza.


Al elaborar un análisis del cuerpo de la prácticas corporales, se debe tener una idea clara de la práctica en la cual el mismo está inmerso. Más aún, en palabras de Michel Foucault no se pueden fabricar herra­mientas para cualquier fin, hay que fabricarlas para un fin con­creto, pero hay que saber que serán, quizás, utilizadas para otros fines. Así el cuerpo de la Psicología, fue elaborado para un fin psiquiátrico, terapéutico, y no para el de las prácticas corporales.


“[…] lo ideal no es fabricar herramientas sino construir bombas por­que, una vez que se han utilizado las bombas construidas, ya nadie las puede usar. […] libros que sean útiles precisa­mente en el momento en que uno los escribe o los lee. Acto seguido, desaparecerían. Serían unos libros tales que desaparece­rían poco tiempo después de que se hubieran leído o utilizado. De­berían ser una especie de bombas y nada más. Tras la explosión, se podría recordar a la gente que estos libros produjeron un bello fue­go de artificio. Más tarde, los historiadores y otros especialistas po­drían decir que tal o cual libro fue tan útil como una bomba y tan bello como un fuego de artificio”[19]



Bibliografía


  1. Austin, J. L., (1998), ¿Cómo hacer cosas con palabras? Paidos Studio. 5ta reedición.

  2. Castro, E. (2004) El vocabulario de M. Foucault. Un recorrido alfabético por sus temas, conceptos y autores. Bernal, Universidad Nacional de Quilmes.

  3. Foucault, M. (2000). Un dialogo sobre el poder. Madrid, Alianza

  4. Foucault, M. (1992), “Los intelectuales y el poder” en Microfísica del poder, La Piqueta

  5. Foucault, M.(1992), La arqueología del saber. Siglo XXI editores, Buenos Aires.

  6. Foucault, M. (1985) ¿Que es un autor? ED. de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, Tlaxcala. Conferencia pronunciada en la Sociedad Francesa de Filosofía el 22 de febrero de 1969 y publicada en el Bulletin Société Française de Philosophie, Nº LXIV, Jul-Sep. 1969.

  7. Foucault, M. (1978), Dialogue on Power» («Dialogue sur le pouvoir»); conversación y debate informal con estudiantes de Los Angeles, transcrita por Grant Kim a partir de una grabación efectuada en mayo de 1975 en la Founders Room del Pomone College, en Claremont, y publicada en una re­vista destinada al campus. Wade (S.) (comp.), Chez Foucault, Los Ánge­les, Circabook.

  8. Le Boulch, J. (1993), El lugar de la Educación Física en las Ciencias de la Educación. Actas 1º Congreso Argentino de Educación Física y Ciencia. Departamento de Educación Física, FHACE, Universidad Nacional de La Plata. .

  9. Soler, C., (1993). "El cuerpo en la enseñanza de Jacques Lacan", en Estudios de psicosomática Vol. I recopilación Vera Gorali. Ed. Atuel-cap. Buenos Aires.

  10. Vigo,Manuel (1980) “Manual para dirigentes de campamentos organizados”. Editorial Stadium.Bs.As. 1ra.Edición.

  11. Vigo,Manuel (1999) “Manual para dirigentes de campamentos organizados”. Editorial Stadium.Bs.As. 2ra.Edición.


[1] Foucault, M. (1985) ¿Que es un autor? ED. de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, Tlaxcala. Conferencia pronunciada en la Sociedad Francesa de Filosofía el 22 de febrero de 1969 y publicada en el Bulletin Société Française de Philosophie, Nº LXIV, Jul-Sep. 1969.


[2] Se lo define como ” Experiencias de vida en pleno contacto con la Naturaleza.” Confr. Resolución N° 1457/02 de la Dirección General de Cultura y Educación de la Pcia.de Bs.As,.


[3] Proyecto: ¿Vida en la Naturaleza? formas de investigación, métodos, discursos, y concepciones en el campo de la educación física. Consecuencias en la formación de grado.


[4] Ver Foucault, M. (1985) ¿Que es un autor? ED. de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, Tlaxcala. Conferencia pronunciada en la Sociedad Francesa de Filosofía el 22 de febrero de 1969 y publicada en el Bulletin Société Française de Philosophie, Nº LXIV, Jul-Sep. 1969.


[5] Manuel Vigo dice en la sinopsis del texto: El Campamento Organizado es una institución pedagógica, pero fundamentada en la participación voluntaria y gozosa del educando. Se fortalece en el medio ambiente natural, en la intimidad que brinda la Naturaleza, en el aprender haciendo, que siempre propone la educación activa y en el proceso de socialización que brinda la vida en grupos.

[6] Aportaciones de Thorndike: Para Thorndike (1874-1949) el aprendizaje no es más que una conexión (Conexionismo) de estímulos - respuestas; una asociación entre las sensaciones que los organismos reciben y los impulsos a la acción que estas desencadenan (aprendizaje instrumental). Comienza sus investigaciones en psicología animal después de asistir a un curso, en 1895, dictado por William James en la Universidad de Harvard. Su tésis doctoral trató sobre “Animal intelligence: an experimental study of the associative process in animals”.Cita textual tomada de http://www.kennedy.edu.ar/DocsDep18/Dossier%20Humberto%20Bono%20(Material%20Bibliogr%C3%A1fico)/Thorndike/La%20ley%20del%20refuerzo.pdf


[7] El término alemán Gestalt significa: forma, figura o configuración. Según la teoría de la Gestalt, la mente configura los elementos que recibe por medio de los canales sensoriales o de la memoria. Dicha configuración adopta un carácter primario sobre los elementos que la conforman. La suma de dichos elementos no nos permite la comprensión del funcionamiento de la mente, lo que postulaban como: el todo es más que la suma de sus partes.Cita tomada de http://www.solopsicologia.com/la-teoria-de-la-gestalt/


[8] En: Apuntes generales sobre el pensamiento de Michel Foucault: Seminario de Maestría en Educación Corporal.2004.Versión digitalizada. Dr. Edgardo Castro.


[9] En Castro: El vocabulario de M. Foucault. Un recorrido alfabético por sus temas, conceptos y autores. Bernal, Universidad Nacional de Quilmes. El análisis arqueológico de los enunciados no los remite a una instancia fundadora, sino sólo a otros enunciados, para mostrar sus correlaciones, sus exclusiones, etc. (AS, 39-41). El enunciado es una proposición o una frase considerada desde el punto de vista de sus condiciones de existencia, no como proposición o como frase (DE1, 778). Proposición, frase, speech act. Foucault utiliza frecuentemente las expresiones performance verbal o lingüística, formulación, frase, proposición.


[10] Austin, J. L. (1998) ¿Cómo hacer cosas con palabras? Paidos Studio. 5ta reedición.


[11] En Castro: El vocabulario de M. Foucault. Un recorrido alfabético por sus temas, conceptos y autores. Bernal, Universidad Nacional de Quilmes. Foucault se sirve del concepto de acontecimiento para caracterizar la modalidad del análisis histórico de la arqueología y también su concepción general de la actividad filosófica. La arqueología es una descripción de los acontecimientos discursivos.


[12] La Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA es una institución social, ecuménica, laica, plural y de alcance mundial que orienta sus acciones en los principios cristianos. Integra la familia internacional de La YMCA (Young Men's Christian Association), siendo fundada en la Argentina el 6 de mayo de 1902. Tiene presencia en la Capital Federal, Avellaneda, Escobar, La Matanza, Monte Hermoso y Sierra de la Ventana en la Provincia de Buenos Aires, y también en las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y San Juan.


[13] El nacimiento de la institución en el país se produjo el 6 de mayo de 1902 y es una de las más antiguas de América Latina. 108 fueron los socios fundadores en el acto que tuvo lugar en el salón auditorio de la Primera Iglesia Metodista Argentina, en la calle Corrientes 718. Su primer presidente fue A. Carnegie Ross y hasta 1912 las actas de las reuniones del Directorio se redactaban en inglés. Material extraído de http://www.ymca.org.ar/


[14] Le Boulch, J. (1993), El lugar de la Educación Física en las Ciencias de la Educación. Actas 1º Congreso Argentino de Educación Física y Ciencia. Departamento de Educación Física, FHACE, Universidad Nacional de La Plata. Pág. 89.


[15] Le Boulch, J. (1993). E l lugar de la Educación Física en las Ciencias de la Educación. Actas del 1º Congreso Argentino de Educación Física y Ciencias. La Plata, FAHCE, Universidad Nacional de La Plata. Pág. 79


[16] Véase la Conferencia pronunciada en la Sociedad Francesa de Filosofía el 22 de febrero de 1969 y publicada en el Bulletin Société Française de Philosophie, Nº LXIV, Jul-Sep. 1969, por Michel Foucault en el año 1985 titulada” ¿Que es un autor?” ED. de la Universidad Autónoma de Tlaxcala.


[17] Castro, E. (2004) El vocabulario de M. Foucault. Un recorrido alfabético por sus temas, conceptos y autores, Bernal, Universidad Nacional de Quilmes, página 94.


[18] El Caso Vigo es notable en el sentido de tener una especie de retorno en formato de una primera edición en 1980 y una segunda reedición en 1999.


[19] Véase: Dialogue on Power» («Dialogue sur le pouvoir»); conversación y debate informal con estudiantes de Los Angeles, transcrita por Grant Kim a partir de una grabación efectuada en mayo de 1975 en la Founders Room del Pomone College, en Claremont, y publicada en una re­vista destinada al campus. Wade (S.) (comp.), Chez Foucault, Los Ánge­les, Circabook, 1978. Págs. 4-22.


*Tomado del Archivo Documental “Cuerpos, sociedades e instituciones a partir de la última década del Siglo XX en Colombia”. Mallarino, C. (2011 – 2016). Tesis doctoral. DIE / UPN-Univalle.


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