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Cuerpos de mujer, cuerpos femeninos


 

RESULTADO DE INVESTIGACIÓN: Proyecto de Doctorado Cuerpos, sociedades e instituciones a partir de la última década del Siglo XX en Colombia. Doctorado Interinstitucional en Educación – Universidad Pedagógica Nacional, Bogotá, Colombia y Universidad del Valle, Cali, Colombia

 
PRESENTACIÓN[1]

La mujer colombiana y latinoamericana consigue un lugar de visibilidad en aspectos que van a ser trascendentales para ella hacia mediados del siglo pasado, en el contexto de prácticas como el hipismo y la contracultura, pero también a través de la gesta de modos alterativos de presencia social del cuerpo, a la manera de presencias otras de lo femenino. Vamos a relatar algunas de estas historias.

¿CÓMO FORMAN LOS CRITERIOS NORMATIVOS TÁCITOS LA MATERIA DE LOS CUERPOS? [2]

¿Podemos entender tales criterios no meramente como imposiciones epistemológicas sobre los cuerpos sino como los ideales regulatorios sociales específicos mediante los cuales se forman, se modelan y se configuran los cuerpos?

(Butler, 2002, p. 93).

La mujer y lo femenino[3] han sido objeto de discursos que pudiéramos llamar serios y profundos, académicos y científicos y también de otros menos trascendentales, más cotidianos, mundanos y triviales, pero no por eso menos relevantes. Lo que se ha dicho y lo que no se ha dicho acerca de la mujer y de lo femenino, ponen de presente intenciones, subjetividades, instituciones y dominios que constituyen la materia de estos cuerpos y sus ideales regulatorios.

Canto y trazo para encarnar lo femenino

No sé quién las invento / no sé quién nos hizo ese favor / tuvo que ser dios / que vio al hombre tan solo / y sin dudarlo / pensó en dos / Dicen que fue una costilla / hubiese dado mi columna vertebral / por verlas andar / después de hacer el amor / hasta el tocador y sin voltear / Mujeres / lo que nos pidan podemos / si no podemos no existe / y si no existe lo inventamos / por ustedes mujeres / ¿qué hubiera escrito Neruda / ¿qué habría pintado Picasso? [4]


¿Qué hubiera escrito Neruda? probablemente habríamos perdido el placer y el privilegio de conocer los 20 Poemas de amor y la Canción desesperada, Los versos del Capitán y la obra poética dedicada a Matilde Urrutia su gran amor, la mujer que inspiró algunos de los más bellos versos dichos en lengua castellana que se conocen. Nos habrían quedado de todas maneras sus magistrales Odas elementales; el Canto General de Chile; España en el corazón, Residencia en la tierra y muchos otros poemas que le cantaron al mar, a la vida y a lo cotidiano. Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Bosoalto, chileno de nacimiento, “el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma”, según Gabriel García Márquez, adoptó su seudónimo Neruda por el poeta y cuentista checo Jan Neruda, y Pablo, como homenaje al poeta francés Paul Verlaine, pero ante todo porque aprendió a amar la poesía de la mano de una gran mujer, su maestra Gabriela Mistral, nacida Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy de Alcayaga, diplomática, feminista y pedagoga, una de las principales figuras de la literatura chilena y latinoamericana y la primera persona de América Latina en ganar el Premio Nobel de Literatura en 1945, una mujer.


¿Qué habría pintado Picasso? Hacia finales de 1906, a partir de un intenso estudio y reflexión acerca de la representación pictórica del volumen en el Renacimiento, Pablo Picasso, uno de los más importantes pintores españoles, empezó a trabajar en una composición de gran formato: Las señoritas de Avignon. Estas damiselas fueron el inicio del cubismo, el movimiento pictórico que iba a cambiar el curso del arte del siglo XX. Se casó inicialmente con una bailarina, Olga Koklova, luego tuvo una hija, Maya, con su amante Marie-Therèse y luego las 2, amante y esposa compartieron su vida con una tercera mujer, la fotógrafa Dora Maar. Años más tarde conoció a Françoise Gilot de cuya unión nació su hija Paloma, empresaria y diseñadora de modas, conocida también por el perfume que lleva su nombra. El estallido de la guerra civil española fue su inspiración para pintar el gran mural Guernica, una obra fundamentalmente política en donde, las manos agrandadas y las piernas deformes de las mujeres, así como los ojos convertidos en sus propias lágrimas, le ayudaron a entrar en la idea de la libertad expresiva y en el universo del surrealismo. Su vida, su obra y su legado están atravesados por la razón y la sensibilidad femeninas.


Sentidos y sensibilidades: rostros y rastros del dolor

“¿Porque todo el mundo cuando conoce mi historia se empeña en decir?: - ¡Pues te veo muy bien!” se pregunta Marisa, una mujer maltratada, “yo creo que a todos les debo una explicación, pero sobre todo se la debo a las mujeres que han pasado por lo mismo o están pasando, precisamente a ellas va dirigida mi carta”:


A TI MUJER


“Si has logrado salir de ese infierno, eres la gran triunfadora de la carrera, deberías estar alegre, contenta, reír al recordar cómo has sido capaz de pasar por todo y sobrevivir. Tú mereces ser más feliz que nadie, tu no mereces vivir del recuerdo amargo que tan solo consigue deteriorar tu cerebro. No mires a tu alrededor, no escuches a los que intentan recordar tu pasado. Con tu recuerdo basta, no necesitas que nadie se compadezca de ti, porque no eres digna de lástima, eres digna de que todos te aplaudan y te vean como una luchadora nata. Con que tus hijos sonrían, y se enorgullezcan de ti te sobra. Que nadie hable a tus espaldas de tu tragedia, porque en todas las casas existe el tabú de tragedias ocultas que no ven la luz.


Haz que todos recuerden tu ojo morado como la gran medalla que te dieron por amar y no ames más a nadie que tu alma intente dañar, pero si lo hacen, planta cara a la vida y a tu propia dignidad, créeme, no te dejes más avasallar por nadie que no te merece. Y a ti mujer que el miedo no te permite andar, mira al frente, apoya tu cabeza en la ventana y veras que detrás te espera un mundo lleno de felicidad. No vivas sola esa pena, grítala para que todos la sepan y no temas, ni sientas vergüenza, porque aquí fuera, estamos nosotras esperando a que te decidas romper las cadenas, para poderte apoyar. Os deseo a todas que seáis tan felices como hoy lo soy yo y que aquello os quede en el recuerdo como algo pasado que os tocó vivir. SE PUEDE SER FELIZ NO ME CANSARÉ NUNCA REPETIRLO. Un besazo” [5]


La violencia es un fenómeno social tan antiguo como la sociedad misma. Hoy en día la violencia contra la mujer, en el hogar, hacia las mujeres jóvenes, en la infancia, en los sectores acomodados y en los más deprivados, entre las gentes educadas y las personalidades, etc. se ha constituido en un problema de tal gravedad, que ha entrado a ser considerado como uno de los indicadores para medir los índices de desarrollo de los pueblos a lo largo y ancho del planeta. No hay raza, etnia, continente, nada que se sustraiga a esta realidad aterradora y denigrante, la esperanza es que ya por lo menos está en boca de todo el mundo:


La puesta en marcha como tema de debate universal ha permitido, apenas, visualizar la punta del iceberg de la victimización femenina en el hogar que permanece oculta, invisibilizada tras la cortina de la vida privada, de la intimidad familiar, bajo el supuesto de no admitir la intromisión de ajenos. En efecto, la violencia contra las mujeres en la relación de pareja es una violencia de género con todas las implicaciones que de ello se deriva. Violencia de género sistemática que abrumadoramente es iniciada por el hombre e inflingida sobre la mujer. No se trata de una violencia aleatoria, aislada o explicada por características anormales del abusador o la víctima o por la disfunción en la familia y aunque se han planteado muchas teorías para explicarlas, la desigualdad genérica está en la clave de cualquiera de las formas que asume el maltrato contra la mujer. (Ayala, S. y Hernández, M., 2012: 1).


Otras formas de violencia cotidiana contra la mujer han venido preocupando a la comunidad mundial. Una nueva modalidad de agresión que consiste en lanzar aceite caliente a la cara está sembrando el terror entre la población de jovencitas de todo el mundo. La tocata del Transmilenio en Bogotá y del MIO en Cali, una práctica de manoseo y atropello de la intimidad es otra de ellas y ha traído como consecuencia la implementación de políticas de segregación en las estaciones y dentro de los buses delimitando zonas para mujeres y hombres al mejor estilo de los siglos pasados. En respuesta se anuncia la implementación de políticas como la instalación de “un bloque de búsqueda de once policías infiltrados permanentemente, para detectar a los hombres y mujeres que practiquen el manoseo, los insultos y las agresiones sexuales”, y la de un “Grupo Élite de Mujeres (…) que tendrá dos misiones puntuales: actuar rápidamente ante las denuncias de acoso en los buses del sistema, para garantizar la oportuna atención de las víctimas, y hacer inteligencia para identificar a los acosadores”[6]. Una tercera y singular estrategia se va a implementar en el oriente del país: “En una semana inicia servicio de taxi para mujeres en Villavicencio, será exclusivo para ellas. 40 taxistas iniciarán el proceso”, dice El Tiempo, en noticia emitida por Llano siete días a las 4:36 a.m. del 20 de agosto de 2014.


A partir del martes 27 de agosto comenzará a operar en Villavicencio la propuesta Tax Woman, que se encargará de prestar servicio de taxi exclusivo para mujeres. “En principio, el centro comercial Viva Villavicencio será el que empezará la implementación de este novedoso servicio, que brindará mayor seguridad y comodidad a las damas, pues 40 taxistas que se encargarán de esta misión tuvieron que pasar por un riguroso proceso de selección. Yolima Carrero, representante de Tax Woman, sostuvo que el objetivo es que al menos otros 110 ‘amarillos’, que hacen parte de un proceso denominado ‘Caballeros del servicio’, hagan la misma tarea antes de finalizar el 2014 y probablemente amplíen operaciones a otras zonas de la ciudad. Sin embargo, para hacer parte de este proceso, los conductores deberán aprobar una serie de pruebas psicológicas, y no tener antecedentes penales. [7]


Cada uno de estos vehículos va a poner a disposición de sus clientas cargadores para teléfono celular, espejos para que puedan maquillarse y productos de higiene personal femenina (toallas higiénicas, pañitos húmedos, entre otros) que estarán a la venta pero que no van a añadir ningún costo adicional en la carrera. Una mirada más sobre el asunto nos lleva a lo que se ha estado practicando como etnocirugía. Se dice que una de las mayores paradojas es la corporalidad humana, objeto de admiración y al mismo tiempo de desprecio (Muñiz, 2010). La etnocirugía, una nueva forma de racismo violento, en su empeño por mejorar los modelos raciales para cumplir con los cánones estéticos aprobados por los modelos de belleza ideales, ha entronizado un imperio de la imagen, atrapando a la mujer en un modo de ser artificial, deformado y reducido. (p.22).


Maternidades

Nacer es un acontecimiento que depende, por lo menos hasta hoy, necesariamente de la presencia de una mujer. La maternidad pone a la mujer en un modo de ser ampliado y esencial. En El tocar, Jean-Luc Nancy, un texto que hace Derrida (2000) sobre algunas de las obras de este último[8], en donde el asunto central es la extensión increíble del alma o el pensamiento, dice el autor: “Al parecer no se puede tocar más que un cuerpo extenso, pero no toda extensión es necesariamente tocable, hay una extensión inteligible o sensible pura, una extensión no empírica (…) la boca lugar único (…) sería el lugar común de los inconmensurables en cuestión: el cuerpo y el alma – la mente o el pensamiento, etc.”. (p. 48), a propósito de lo que había dicho ya el propio Nancy: “La extensión inconmensurable del pensamiento es la abertura de la boca” (pp. 161-162). La encarnación del pensamiento, desde la mirada de Deleuze y Nancy, se realiza en el contacto de la palabra con la piel de la boca. El verbo se hace carne porque la palabra entra en contacto con la oquedad de la boca, se aloja allí, en la embocadura, en el espacio entre los labios. Así, la boca que se abre es la que da a luz a ego, dice Nancy, y evoca poéticamente esos otros labios que se abrieron para traer al mundo a ese yo.


El Libro “Gracia plena” de D José Pedroni hace honor y le da gloria con su palabra al milagro de la maternidad:


Maternidad


Mujer, en un silencio que me sabrá a ternura, durante nueve lunas crecerá tu cintura.

Y en el mes de la siega tendrás color de espiga, vestirás simplemente, y andarás con fatiga.

El hueco de tu almohada, tendrá un olor a nido, y a vino derramado, nuestro mantel tendido.

Si mi mano te toca, tu voz, con la vergüenza, se romperá en tu boca lo mismo que una copa. [El cielo de tus ojos será un día nublado]. (*) Tu cuerpo todo entero, como un vaso rajado que pierde un agua limpia. Tu mirada, un rocío, tu sonrisa, la sombra de un pájaro en el río. Y un día, un dulce día, quizás un día de fiesta para el hombre de pala,

y la mujer de cesta. El día en que las madres y las recién casadas vienen por los caminos a las misas cantadas. El día que la moza luce su cara fresca, y el cargador no carga, y el pescador no pesca. [Tal vez el sol deslumbre. Quizás la luna grata, tenga catorce noches, y espolvoree plata sobre la paz del monte. Tal vez en el villaje, llueva calladamente]. (*) Quizás yo esté de viaje. Un día, un dulce día, con manso sufrimiento, te romperás cargada como una rama al viento. Y será el regocijo de besarte las manos, y de hallar en el hijo tu misma frente simple, tu boca, tu mirada, y un poco de mis ojos, un poco, casi nada. [9]


Madre, tal vez sea la única palabra presente en todos los idiomas, tal vez la única que haya sido pronunciada por todos alguna vez, para evocarla, para asegurarnos de su presencia, para dolernos de su ausencia, para aliviar el terror, para expresar la sorpresa, para adular y para insultar. Está a flor de labios en cualquier circunstancia porque nada se da por más seguro que el hecho de nacer. No decidimos nacer y aun así nacemos[10].


Hay movimientos que emergen masivamente a mediados del siglo pasado con un carácter global[11] que fortalecen el feminismo y otras resistencias como la lucha contra la discriminación étnica, la ciencia, la tecnificación y el capitalismo, porque no dan cuenta de las necesidades humanas. Reivindican la paz, la espiritualidad, la cultura ecológica y la sacralización de la vida (Uribe, 2012a). La revolución sexual [12] que es uno de sus efectos, da origen a concepciones acerca de la vida de relación y del lugar que deben ocupar las personas en la sociedad, que permiten, entre otras cosas, que las mujeres decidan sobre su sexualidad tomando “la píldora” (1960)[13], gobiernen su cuerpo y empiecen a hacer parte de la vida pública y laboral. Lo anterior cambia por completo el panorama económico, político y productivo en las sociedades de la naciente globalización económica. Las relaciones Intra familiares mutan en razón de que la figura femenina deja de ser su eje de gravitación y por ende, se transforma la naturaleza del anclaje familia–sociedad, pues se disloca el estatuto de responsabilidad sobre la vida de los niños y sobre la fecundidad en términos de responsabilidad con el cuerpo social, que se le había asignado a la mujer (Mallarino, 2013). Es paradójico para ella, que los beneficios de ganar la posibilidad de gobernarse y de abastecerse se vayan a ver empañados, apenas 50 años después de haberle torcido el cuello a la historia, la tecnología, otro de los efectos del remecimiento sociocultural que nos hereda el siglo XX, parece cobrarle el precio más alto por la osadía de hacerse ciudadana del mundo, volviendo obsoleta su misión más sublime y primigenia: dar a luz. Aunque no sabemos cuándo va a dejar de ser necesaria para estos menesteres, hasta donde se tiene noticia, su vientre no ha podido ser reemplazado.


Una prueba más de estas resistencias se da en el ámbito de la industria pornográfica, una industria montada sobre la base de la explotación, en donde el espectador se sirve del cuerpo femenino para su goce. La mujer frente a esto, ha puesto en vigencia otros modos de lo explícito respecto de su sexualidad. La industria pospornográfica, a su vez, emerge en la actitud de rebelarse contra las relaciones de fuerza, la retórica y las discursividades de la pornografía, cambiando los usos de la imagen femenina. Las artes han sido terrenos propicios para estas otras corporalidades:


Bajo la posibilidad de pensar la verdadera existencia de una penetración al cuerpo que no defina únicamente la propia continuidad del mismo, la herida y la violencia han sido llevados a la escena de lo pospornográfico como forma de encaminar a la imagen sexualmente explícita hacia una posible literalidad de la penetración del cuerpo. (Díaz Zepeda, 2012: 11)[14]


Asuntos aparentemente más banales dan cuenta de otro tipo de criterios normativos que hacen cuerpos de mujer y cuerpos femeninos prevalentes en el tiempo. Hace 22 años se publicó la siguiente noticia:


La suspicacia femenina se dejó sentir entre las admiradoras del presidente César Gaviria: “Un mini debate se armó entre varias asistentes a la parranda ofrecida en el Club Valledupar, porque unas se empecinaron en afirmar que el mandatario tenía la misma camisa que trajo hace dos años, cuando gozó de la fiesta.[15]


Y hace 14 años, casi una década después, el mismo diario publicó:


Dinamismo, ternura, sentido humano, voluntad de servicio, eficiencia y optimismo son solo algunos de los rasgos características del ser que ha sido premiado con el mejor de los dones: ser portador de vida. [16]


Parece haber un acuerdo general en pensar que detrás de cada decisión de la mujer alrededor de su cuerpo hay un mensaje sobre su forma de aparecer y actuar frente a la sociedad, o, a su deseo de ser considerada en los círculos en que se mueve.


Nuevos encuadres: corporalidades femeninas de la resistencia

La auto categorización, el auto concepto y la conformación de identidad, tienen relación con las luchas por la liberación que las mujeres históricamente han tenido que librar desde su cuerpo para ganar un lugar de visibilidad social, cultural y político que les permita además de revalorar sus circunstancias, elaborar otras semánticas para comprender y referir sus experiencias. El control de su fertilidad; el derecho al aborto; el acceso a la calle -un espacio de poder y dominio masculino-; la repartición equitativa en la división sexual del trabajo bajo la óptica de los dispositivos educacionales de género; y, la expresión franca de su erotismo como respuesta a la resignificación de los placeres, los discursos, las verdades y los poderes sobre su sexualidad, van a redundar en el auto-otorgamiento de un cuerpo que sabe de sus necesidades, alcances y posibilidades. Dentro de estas formas de resistencia que hace la mujer de sus prácticas y discursos, se menciona también la antropología feminista que exige el respeto por las necesidades y deseos particulares de las mujeres, alertando sobre contextos de intersubjetividad en un sistema atravesado por fuerzas de poder, en donde ellas se sitúan en condición de desventaja. Al respecto, las experiencias de mujeres punkeras de clase baja que moran en las periferias, se relatan como testimonio de la expresión de sus sexualidades a través de danzas sensuales y refranes desvergonzados que buscan hacer ver cómo producen socialmente su corporización. Vale la pena mencionar algunas otras discursividades que proponen reivindicar el cuerpo femenino como las resignificaciones de la menopausia a las que se refiere Alva Real (2013); la escritura y la medicalización; la reflexión de la mujer vinculada con la discapacidad; el deporte como materialización de la discriminación o como campo de oportunidades; lo femenino vinculado con la educación, etc.


Un tercer encuadre discursivo, trata formas de resistencia como dispositivos de constitución de otras feminidades, verbigracia las telenovelas que durante los últimos diez años han sufrido reconfiguraciones con la inserción de nuevos formatos narrativos y visuales. Allí se discuten conflictos sociales, culturales e incluso políticos, propiciando la deconstrucción del cuerpo femenino a través de personajes disidentes de algunos discursos y prácticas de género e identidad tradicionales, que desdibujan la asociación histórica feminidad-debilidad-pasividad, mostrando en toda su plenitud la violencia y la fuerza que pueden desplegar como cuerpos, cuando se trata de sobrevivir en cautiverio. De igual manera están ilustradas las nuevas maternidades que van más allá del vínculo biológico en donde hay mujeres para quienes ser madre no siempre parte de su barriga y de su embarazo, sino del de su compañera como producto de la adopción, o de una relación heterosexual por parte de alguna de ellas. También puede ser el resultado de la conformación abierta de familias lesboparentales (Falgueras Ríos, 2013).


Estas resistencias se revelan también en las performances del body modification en donde aparecen cuerpos erotizados por las marcas de una feminidad diferente de la producida y legitimada por la sociedad, y en donde las corporalidades femeninas precisan tener alteraciones morfológicas e integrar elementos vinculados a lo erótico. Para este caso las feminidades alteradas y lo femenino abyecto, reivindican la construcción de otros cuerpos y otras formas de presencia de la mujer. Al respecto se menciona tambien la fotografía boudoir, fotografía sexy o fotografía erótica, que sin embargo además de la sensualidad y el erotismo le permite a la mujer,[17] sorprender a su pareja con una imagen en donde se escenifican intencionalmente estéticas del deseo, pues este es uno de sus sentidos, sentirse a gusto en un cuerpo que altera su cotidianidad. Una sesión “Boudoir” va más allá de tomar fotos, es una experiencia que promueve un cambio de percepción del cuerpo y de aceptación de la belleza, por eso es importante el momento en que se decide realizar la sesión, la elección del estilo de fotografías, la selección de la localización y la ropa, el tipo de experiencia durante la sesión y la entrega de las imágenes de las que se espera le muestren a la mujer un lado que tenía oculto o creía no tener. En este mismo terreno se mueven las suicide girls, una web site en donde las mujeres tienen la libertad de proponer escenificaciones de su corporalidad -prendas íntimas, tatuajes, desnudos, poses, modos alternativos de lo bello, estéticas de lo feo, o de lo grotesco etc.-, que en otros medios podrían lastimar susceptibilidades o promover percepciones distorsionadas (Mejía Acata, 2012). Ambas son presentadas aqui como prácticas que han abierto espacios de expresión liberada de lo femenino, y que se pueden entender como racionalidades políticas de la visibilidad. Nuevos imperios de la imagen parecen surgir en estas escrituras reivindicatorias de las presencias femeninas y de la condición de mujer frente a su cuerpo como dispositivo político de escenificación de lo social.


La misión sagrada…y los asuntos de “ellas”

Los atributos que las mujeres despliegan para transmitir corporalmente señales que las identifiquen son muy amplios y según como se las narre, podrían verse desde diferentes ángulos, verbigracia el discurso religioso o el médico que han impuesto un cuerpo femenino dócil y manejable, siempre a disposición del placer de los otros. Dada la misión sagrada que se imponía a los cuerpos femeninos quedaba justificada su exclusión de la función pública (cuerpo femenino dócil y controlado) (Andrade, Magdalena, 2008). Lo dicho también está ilustrado desde otros ámbitos como la regulación de la participación femenina en los sistemas de investigación científica y tecnológica, en donde no pocas veces, se la ubica en desigualdad de condiciones (Ferreira da Silva y Costa Ribeiro, 2009). Así mismo, ocupan a estas escrituras sobre la mujer asuntos de su apariencia relacionados con los discursos, valores y estrategias de control social que fomentan el deseo de conservar la belleza y la juventud; los usos de la planificación y anticoncepción; la regulación de la regla y el alivio del dolor; el tratamiento de problemas dermatológicos como el acné; los usos cosméticos y las nivelaciones hormonales; el impacto de los cambios corporales repentinos y sus consecuencias emocionales; entre muchos otros.


In-conclusiones

Ser mujer, como se ve, implica una serie de intervenciones que resultan muchas veces violentas para el cuerpo, un cuerpo que ha sido enunciado, representado y construido bajo un ideal, en donde la regulación heteronormativa ha establecido una performatividad de género que lo mismo la entroniza como espectadora, que como parte del espectáculo. En este sentido se dice que los ideales corporales en el ámbito de estas formas de teatralización social, así como el sufrimiento por no alcanzar el “deber ser” de estos ideales formados, pueden llevar a una mujer a tener una relación conflictiva con su imagen corporal, y a generar insatisfacción y desvalorización con aquella que le reporta su cuerpo. Por esta razón se ve constreñida y presa de modos de gobernabilidad que deciden para su cuerpo, no solo sus formas sino sus funciones (Licona Valencia y Ruiz Velázquez, 2011). Las sociedades producen los cuerpos que necesitan, pero a pesar de que hay un orden normativo que ordena, clasifica y diferencia los cuerpos, se ha ido creando un nuevo régimen de producción que se resiste a la normalización de la mujer y de la feminidad. Uno pensaría que no alcanza a haber una distancia histórica significativa entre uno y otro acontecimiento acerca de las imágenes y expresiones del cuerpo femenino que se han presentado, de ahí, que cueste creer que puedan convivir tantas versiones de mujer.


Aunque a veces, tratándose de “ellas”, parece que el tiempo se hubiera detenido.


BIBLIOGRAFÍA
  1. Alva Real, M.G. (2013). La representación social de la menopausia y la medicalización. En: Muñiz García, E. & List Reyes, M. (Coords.). VI Congreso Internacional de Ciencias, Artes y Humanidades “El Cuerpo Descifrado” La ciencia y la tecnología en las prácticas corporales – Universidad Autónoma Metropolitana UAM / Escuela Nacional de Antropología e Historia / Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Xochimilco – Memorias – Grupo de trabajo 5, pp. 537-545.

  2. Andrade, M. (2012). Miradas al cuerpo femenino. Publicación. eltiempo.com. Sección. Lecturas fin de semana. Fecha de publicación: 25 de septiembre de 2008.

  3. Ayala S., L. y Hernández M, K (2012) La violencia hacia la mujer. Antecedentes y aspectos teóricos. En: Contribuciones a las Ciencias Sociales, Recuperado de: www.eumed.net/rev/cccss/20/ Mayo 2012.

  4. Butler, J. (2002) Cuerpos que importan, sobre los límites materiales y discursivos del sexo. Buenos Aires: Editorial Paidós.

  5. Derrida, J. (2000). El tocar, Jean Luc Nancy. Buenos Aires: Amorrortu Editores.

  6. Gary Gari, M. (2013). Representaciones de cuerpo y género en el trabajo expresivo de docentes en formación de la LPI-UD. En: Pedraza, Z. (Coord.) (2013, octubre 3 a 5). Giro Corporal: Primer Encuentro Nacional Investigaciones sobre “El Cuerpo” - Universidad Distrital Francisco José de Caldas / Universidad de los Andes / Universidad de San Buenaventura-Cali / Universidad de Medellín / Universidad Central / Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia / Universidad de los Llanos / Universidad Autónoma de Occidente / Universidad Tecnológica del Chocó, Bogotá. – Mesa 5.

  7. Licona Valencia, E. y Velázquez, L. (2011). La construcción simbólica de la belleza femenina. Acercamiento etnográfico al salón de belleza en la ciudad de Puebla. En: Muñiz García, E. & List Reyes, M. (Coords.). V Congreso Internacional de Ciencias, Artes y Humanidades “El Cuerpo Descifrado” Las Prácticas Corporales en la búsqueda de la belleza – Universidad Autónoma Metropolitana UAM, Xochimilco / Benemérita Universidad Autónoma de Puebla BUAP / Universidad Autónoma de Barcelona UAB / La Cifra Editorial, México D.F., México – Memorias – Mesa 15, pp. 255-264.

  8. Ferreira Da Silva, F. y Costa Ribeiro, P.R. (2012). La participación femenina en el sistema de investigación científica y tecnológica: destacando a FAPERGS . En: Costa Ribeiro, P.R. et al. (Org.). (2009, marzo 6 a 8). IV Seminario Cuerpo, Género y Sexualidad, Composiciones y desafíos para la formación docente. Universidad Federal de Rio Grande FURG / Universidad Federal de Rio Grande del Sur UFRGS. Rio Grande – RS, Brasil – Memorias, Eje temático 9. Comunicación oral.

  9. Mallarino, C. (2013). Cuerpos sociales, cuerpos escolares: una historia de encuentros y desencuentros. En W. Moreno (Coord.). Revista Iberoamericana de Educación. “El cuerpo en la escuela”, 62: 89-105.

  10. Mejía Acata, B.A. (2012). El cuerpo femenino y la fotografía "boudoir". En: Olivier Toledo, C. et al. (Coord. Acad.) (2012, diciembre 4 a 6). III Congreso Internacional El Cuerpo en el Siglo XXI. Aproximaciones Minoritarias desde Latinoamérica. Convocan: Proyecto: “Espacio, Dialéctica y Cuerpo. Hacia una simbólica desde nuestra América” Responsable: Dr. Horacio Cerutti Guldberg) y Área de Psicología Social, Carrera de Psicología, FES Iztacala, Universidad Nacional Autónoma de México UNAM, Centro de Investigaciones Sobre América Latina y el Caribe CIALC. Ciudad Universitaria, México D.F. México – Mesa 4.

  11. Uribe, D. (2012). 100 momentos que marcaron el mundo contemporáneo. Bogotá: Casa de la Historia Diana Uribe - Seguros Allianz.


[1] La reflexión que se presenta es resultado de la investigación realizada como tesis doctoral (DIE-UPN/Univalle) titulada: Cuerpos, sociedades e instituciones a partir de la última década del Siglo XX en Colombia. Allí se sistematizaron unas 1200 fuentes documentales datadas en los últimos 20 años y publicadas en congresos y encuentros colombianos y latinoamericanos cuyo tema puntual era el cuerpo. Gracias a esta abundancia escritural se pudieron identificar tendencias escriturales o modos de enunciación respecto de “algo”, en una época en particular; y dispositivos discursivos o saberes agenciados por fuerzas que lo instituyen como “régimen de verdad” y que a la vez necesitan de él para expresarse. Ej.: “los codos no se ponen en la mesa”; “no debemos contradecir a los mayores”; “la homosexualidad es una desviación”; etc.


[2] Me voy a servir de la primera parte de la cita de Butler con la que introduzco este aparte para nombrarlo, por lo sugestivo de su enunciado.


[3] Se propone incluir en esta expresión la multiplicidad de manifestaciones de lo femenino que puedan verse representadas en estas escrituras, como las trans/inter/sexualidades la homosexualidad y otras sensibilidades que se puedan reconocer desde aquí.


[4] Mujeres de Ricardo Arjona. Recuperado de: http://www.youtube.com/watch?v=IXzTMwyUn5U


[5] En: Espacio de Marisa. Just another WordPress.com site (citado textualmente). Publicado el 28 mayo, 2008. Recuperado de: marisagarciasanchez

http://marisagarciasanchez.wordpress.com/2008/05/28/carta-a-todas-las-mujeres-maltratadas/


[6] El Tiempo. Recuperado de: http://www.eltiempo.com/archivo/buscar?q=noticias+de+mujeres


[7] Recuperado de: http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/servicio-de-taxi-para-mujeres-en-villavicencio/14408075


[8] En este punto se refiere específicamente a Ego Sum y a Psyche.


[9] Esta versión apareció en el disco de Jorge Cafrune titulado "Jorge Cafrune interpreta a José Pedroni". Los (*) pertenecen a dicha versión. http://tardesdematesycuentos-mariobenedetti.blogspot.com/2009_09_01_archive.html


[10] Como dato curioso vale la pena saber que son pocos los países en el mundo que no celebran el día de la madre que a la fecha cumple 98 años de existencia. Tiene su origen en Grecia con las celebraciones de Gea, madre de la tierra y Rea, madre de todos los dioses. La iglesia católica lo adopta como el día de la Virgen. Vamos a ver sin embargo cómo se transforman las maternidades y se le asignan otros rostros a lo femenino que no necesariamente van a ser encarnados por mujeres.


[11] Hipismo, contracultura, feminismo, movimiento obrero, sufragista, etc. Todos ellos movimientos de mujeres que se dieron inicialmente entre británicas y estadunidenses, luego escandinavas y holandesas y paulatinamente fueron entrando en nuestras latitudes.


[12] La liberación sexual, entre otras cosas, va a verse frenada por la aparición del SIDA en 1980 y se le va a asignar la única responsabilidad de su propagación a los homosexuales y a las prostitutas, situación que de alguna manera retrasará las investigaciones para su tratamiento.


[13] En el curso de la década posterior, el mundo hace resonancia del atrevimiento femenino. Profamilia ofrece cursos de orientación sexual y reproductiva (1965), Pablo VI condena la contracepción (1968) y se admite el aborto en Estados Unidos (1973).


[14] En Guía de Lectura. Conferencia de Alejandra Díaz Zepeda: Porno-transgresión. Realizada el 12 de marzo de 2012 en el Centro de Documentación y Estudios Avanzados de Arte Contemporáneo CENDEAC. Recuperado de: http://cendeac.net/admin/archivo/docdow.php?id=344


[15] Publicación eltiempo.com. Sección Otros. Fecha de publicación 30 de abril de 1993. Autor NULLVALUE Recuperado de: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-114399


[16] Directora UNAD Duitama. Publicación eltiempo.com. Sección Editorial – opinión. Fecha de publicación: 9 de marzo de 2000 Autor: María Teresa Melo Becerra.


[17] Cuando se dice mujer se habla de todas las posibilidades de encarnar lo femenino. BOUDOIR proviene del francés y significa “tocador” y antiguamente era la habitación donde las damas se arreglaban y se empolvaban. Hoy en día la fotografía Boudoir puede tener muchos estilos y sugerir imágenes muy diferentes.


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