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Cuando la preocupación moral pasa por el cuerpo


Resumen*


La presente ponencia está basada en mi trabajo de grado para aspirar al título de socióloga, de la Universidad de Caldas, el cual se titula, Estudio sobre moral sexual en Pereira, que analizó la moral sexual de cuatro sujetos con orientaciones sexuales distintas. Dicho trabajo de grado se fundamenta teóricamente en los tres tomos de Historia de la sexualidad de Michelle Foucault y tiene un apartado titulado “Cuando la preocupación moral pasa por el cuerpo” el cual tomo como referencia para presentar esta ponencia. Es pertinente inscribirlo en la mesa N° 13 “Analíticas del cuerpo en la modernidad”, porque en la presentación de la mesa hay varias afirmaciones que me llevan a considerarlo, la primera es, el cuerpo proyecta lo que es admitido y lo que es prohibido, así por ser mi trabajo de grado un estudio sobre moral, trato sobre lo prohibido y lo admitido en la sexualidad, pero específicamente para este caso en el cuerpo como se proyecta esto. La segunda afirmación es que uno de los ejes temáticos de la mesa, es la Biopolítica, por ser mi trabajo de grado basado en la teoría de Foucault, necesariamente trato temas de biopolítica,


En general la ponencia trata de hacer una comparación entre la moral sexual griega, la cual se basaba en el cuerpo y la moral de la sexualidad, la cual no lo hacía. Ver como en la sexualidad se ha disociado la necesidad, el deseo, el placer y el acto, pues allí ya no está presente la naturalidad del cuerpo. Finalmente, esta ponencia contribuye a la mesa en la medida en que analiza como desde el cuerpo opera una moral y por otra parte cuáles son las mutaciones que sufre esta moral cuando se habla de sexualidad fundamentalmente.


Palabras clave: Necesidad, deseo, naturaleza, Grecia.


Introducción


Múltiples autores de la sociología, la psicología y la filosofía han tratado el tema de la moral, algunos como generador de orden y unión y otros como generador de malestares, sentimientos de culpas y resistencias, sin embargo Michelle Foucault, lo maneja como un aspecto que se entrama en la lógica del poder.


Él no es el primero en tratarlo de esa manera, realmente el precursor de esta consideración es el filosofo Friedrich Nietzsche. Nietzsche señala con precisión que el origen de la moral esta en el poder de ciertos hombres nobles, en Genealogía de la moral lo muestra con precisión: “fueron «los buenos» mismos, es decir, los nobles, los poderosos, los hombres de posición superior y elevados sentimientos quienes se sintieron y se valoraron a sí mismos y a su obrar como bueno o sea como algo de primer rango, en contraposición a todo lo bajo, abyecto, vulgar y plebeyo. Partiendo de este pathos de la distancia es como se arrogaron el derecho de crear valores, de acuñar nombres de valores: ¡qué les importaba a ellos la utilidad!”(Nietzsche, 2001)


Así, la moral proviene del poder y se impone en todas las capas del ser humano, empezando por el cuerpo.


Michelle Foucault tenía claro esto, para él la moral tenía la capacidad de inmiscuirse en la vida huma para lograr su administración. Sin embargo, como lo expone en el Tomo I de Historia de la sexualidad hay formas precisas para que el poder logre la administración de la vida y esto es a partir de la creación de conceptos de saber y verdad, uno de esos conceptos es el de Sexualidad, el cual agrupa toda una serie de discursos científicos y de saber que indican que es lo correcto, lo indicado, lo saludable en el campo sexual.


En este texto pretendo mostrar primero como la moral empieza a inscribirse desde el cuerpo, pero luego como cambia de lugar hacia los discursos de verdad y las reflexiones sobre sí mismo.


Primera parte


En la moral sexual griega era sumamente importante el vínculo entre el cuerpo y la aphrodisia (término que designa someramente lo que en la actualidad es considerado como sexualidad).


El acto sexual solo se realizaba según lo que le convenía al cuerpo, había un vínculo entre la necesidad sexual, el deseo, el acto y el placer.


Pero, ¿de dónde viene la necesidad sexual? Lo que decían los griegos de esto, es que esta necesidad es un aspecto que puso la naturaleza en los animales y el ser humano para que se reprodujeran, el placer que genera el acto (también puesto por la naturaleza en los humanos y los animales), lleva a necesitarlo y posteriormente desearlo nuevamente, sin embargo, que la necesidad sea satisfecha por alcanzar la meta de reproducción, es un hecho que sucede más poco que siempre.


En una entrevista realizada mi trabajo de grado hay una afirmación que apoya el hecho de que la necesidad es necesidad de placer no de reproducción, a continuación un fragmento:


Laura- ¿Considera que el placer es un derecho, una necesidad, una obligación? ¿Qué puede ser?


G- Una obligación no, como necesidad aplica, a nivel físico, el cuerpo tiene que pedirlo en algún momento…


En síntesis, lo que responde G es, el placer si es una necesidad porque a nivel físico, el cuerpo pide placer en algún momento. Al vincularlo con algo físico, lo vincula con lo natural y primero dice que la necesidad de placer es algo natural y además empieza a delinear la diferencia entre deseo y necesidad, en el siguiente párrafo de la entrevista también de ella, se aprecia con más claridad:


G: No me gustaba tanto el hecho de tocarla sino lo que pasaba cuando la tocaba, a mi eso me produce placer, literal; así no me guste la nena, ya estando ahí ya que hijueputas, tocarla y sentir eso, el cuento del deseo era deseo de ver eso, así fuera cualquier nena, claro que si de pronto era Diana, o una nena con la que yo si quisiera estar o me gustara la cosa ya era diferente, porque ese pensamiento de tocarla por tocarla ya era más para mi necesidad, pero ya con una nena que me gustara era una cosa más tierna, más bonito, ya no era tan agresivo, como de hacer por hacer.


En ese párrafo de “G” hay una clara diferenciación entre la necesidad de placer y el deseo, porque una cosa es tocar por tocar y otra cosa es querer/desear estar con alguien, esa diferencia, cambia el carácter del acto sexual, en el caso de la necesidad de “agresivo, hacer por hacer” a, “bonito o tierno” en el caso del deseo. De las afirmaciones más importantes es cuando “G” señala que en el “tocar por tocar” hay una conducta “agresiva”, esta palabra me remite a pensar que el acto que se realiza por necesidad tiene cierta característica de violento, la violencia se asocia con la fuerza y la fuerza lo físico, por lo tanto, la utilización del término “agresivo” es una prueba de la corporalidad y naturalidad de la necesidad de placer.


En caso de que haya deseo, el acto sexual “es algo bonito, tierno”, la palabra “bonito” hace referencia a una cualidad estética de “belleza” y en el caso de la palabra tierno, pienso en algo suave, delicado, en oposición a lo que implica la palabra “agresivo” utilizada para describir las relaciones sexuales por necesidad. Ambas palabras además de remitir a belleza y suavidad, respectivamente, también son usadas casi invariablemente con valores de alto contenido afectivo.


Pero la pregunta es, ¿hasta qué punto nuestra moral sexual está vinculada con lo necesario al cuerpo?


Realmente poco, haciendo una analogía entre la alimentación y la sexualidad, en cuanto al alimento muchas veces se consume lo necesario, cuando de nuevo se siente hambre vuelves a comer, sin embargo con la sexualidad, este vinculo entre lo necesario y el acto está roto, porque el acto sexual es buscado por muchos factores diferentes a lo que el cuerpo necesita.


Aventuraré varias hipótesis para señalar porque la sexualidad no se vincula con la necesidad.

  1. El placer sexual puede ser una exigencia social: Pareciera ser que los sujetos ya no realizan el acto sexual porque su cuerpo biológicamente se los exige, sino porque socialmente el hecho de tener mucho sexo y de buena calidad, es bien visto y socialmente valorado.

  2. Es sinónimo de bienestar en la pareja el hecho de tener sexo constantemente.

  3. Sujeto que no tenga sexo es un sujeto fracasado.

  4. El placer que provoca el acto sexual desbordo cualquier necesidad.

Cualquiera de estas hipótesis pueden ser válidas, sin embargo lo que quiero señalar con precisión es que el cuerpo y sus necesidades cada vez están más desvinculados con los actos de los sujetos, la sexualidad es un claro ejemplo y no quiero decir con esto que el ser humano no puede buscar placeres más allá de lo que su cuerpo le pide, lo que quiero decir es que sería más interesante fijarse más en el cuerpo y dejarse menos llevar por aspectos externos que muchas veces tienen que ver con el mercado, el poder y su administración.



Bibliografía

  1. Deleuze, G. (1995). Deseo y placer. Barcelona: Cuadernos de crítica de la cultura.

  2. Foucault, M. (2000). Historia de la sexualidad 1 La voluntad del saber. Mexico D.F.: Siglo veintiuno editores.

  3. Foucault, M. (2002). Historia de la sexualidad II El uso de los placeres . Madrid: Siglo veintiuno editores.

  4. Habermas, J. (1992). Teoria de la accion comunicativa II. Madrid: Taurus Humanidades .

  5. Nietzsche, F. (2001). La genealogía de la moral. Barcelona: Alianza.

  6. Weber, M. (1958). Ensayos sobre metodología sociológica. Buenos Aires: Amorrortu Editores.


*Universidad de Caldas, Manizales, Colombia – Sociología / laudiva89@hotmail.com



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