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RESULTADO DE INVESTIGACIÓN: El presente ensayo constituye un resultado parcial de la investigación “Hacia una cartografía del cuerpo en el arte contemporáneo”, de la que la autora es co-investigadora. Esta investigación está adscrita al Departamento de Humanidades, de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, y financiada por esta misma institución. Hace parte del grupo de investigación “Reflexión y creación artística contemporáneas”, reconocido por Colciencias, categorìa A, 2014-2015.

 

Parto del cuerpo, parto de la presencia de la vibración en mi carne, parto de la conjunción hecha memoria-cuerpo-sensible a través de mi acción, de mi movimiento… ¿En qué contextos se hace notable el sentir? ¿Cómo se ha establecido una relación del sentir con los sentidos y con el sentido/significado? ¿Cómo construimos sentido y/o sin sentido a partir de lo que sentimos? Sentir con los sentidos implica una actividad permanente que trae consigo la percepción de estímulos siempre cambiantes y la creación de sentido (significado) a través de la acción y/o la expresión. La relación que el ser humano establece con el mundo determina este proceso de sentir, este percibir y atribuir sentido. En el sentir, el cuerpo aparece con su esencia compuesta por límites físicos y simbólicos (esos perceptibles por medio de su materialidad, otros que son tangibles por el significado que los integra, y aquellos que desbordan cualquier significado concreto), con los cuales el ser puede filtrar su experiencia y construir el espacio dentro del cual hacer, sentir, expresar, es fundamental para sí mismo. Sentir y dar sentido son conceptos recurrentes en este trabajo: sentimos cuando podemos percibir sensiblemente algo por medio de los sentidos y en relación con una experiencia personal del mundo, y también sentimos (creamos sentido) cuando podemos generar procesos significativos que nos permiten comprender o intuir cómo se constituye nuestra experiencia. La experiencia auténtica del yo está presente en esa experiencia sensible. ¿Cómo es la presencia del cuerpo en la experiencia del ser humano y en relación con los demás? 3


Este texto aborda la experiencia del cuerpo, la experiencia del movimiento; se pregunta por cómo surge el sentido en relación con el cuerpo que lo habita, por cómo resuena en él la construcción de sentido a partir de su experiencia con el mundo, por la experiencia corporal del sujeto en el proceso de interactuar, de crear y aprender.


Sentido al crear


Habitar un cuerpo, ser cuerpo, habitarse, ser habitada por mi cuerpo. Surge entonces la atención por eso que “nos mueve”, por eso que se vuelve huella en construcción de la existencia individual-colectiva, esa presencia silente que nos atraviesa durante el acto de sentir. La evolución de las formas de vida es posible cuando las acciones toman lugar. Maxine Sheets-Johnstone afirma que “la exploración del mundo ocurre en movimiento” y considera esta exploración como un proceso dinámico que también contempla nuestra percepción de éste en el tiempo presente (2009, 31-32). Así, ella lo define como un tiempo siempre expandido en el presente, donde tanto el sentir como el movimiento son desarrollados dentro de la experiencia, mientras esta exploración del mundo implica un proceso paralelo de creación. Explorar en la acción, descubrir, crear…


¿Cómo está el cuerpo inmerso en ese devenir constante, en ese tiempo presente y ese movimiento que se renuevan durante la acción, durante el acto mismo de existir? La creatividad en la vida cotidiana está ligada con la exploración que hacemos del mundo y la creación de relaciones significativas que generamos con el entorno. En el marco de un proceso de semiosis4 ,la significación y la comunicación surgen como resultado de su desarrollo permanente. Como parte de este enfoque, la exploración y la creación de sentido mediante el uso del lenguaje corporal es un tema fundamental de análisis. Alexander Alland, por ejemplo, explica cómo el juego es complementario del comportamiento exploratorio del ser humano y el animal, con el fin de que adquiera las habilidades necesarias para vivir y aprender; así mismo, describe el juego como “[…] una propiedad biológica que hace posible el arte en la especie humana […]”5 (Alland 1977, 28). Al caracterizar la creación artística como la combinación de la exploración y el juego, adicionalmente alude al planteamiento que hace Freud sobre la conducta artística como una continuación y una sustitución del juego presente en la niñez (cf. 1908). ¿Cómo es construida y ampliada la experiencia del ser humano más allá de lo que existe ante la percepción de sus sentidos? ¿Cómo esta experiencia se transforma en una experiencia sensible a través del movimiento?


La utilización de cualquier tipo de lenguaje implica la presencia de la acción, un lenguaje considerado no sólo desde su aspecto verbal, sino como cualquier forma de comunicación y significación que permite la interacción, creada de acuerdo con las posibilidades de expresión y relación del sujeto. Dentro del vínculo entre la acción y la evolución de las formas de vida, el desarrollo semiótico (semiotic development) (Hoffmeyer 1996, 62) puede ser identificado como una manifestación de los procesos significativos que incluyen tanto la vida personal del ser humano, como su interacción con otros. Como condición para que este hecho suceda, la creatividad, por una parte, y la flexibilidad, por otra (Hoffmeyer 1996, 61), han sido consideradas por Jesper Hoffmeyer como factores importantes que están presentes en formas de interacción semiótica (semiotic interplay). La interacción semiótica aparece en el movimiento, en la exploración que la curiosidad suscita ante el encuentro con ese algo que no se es, en la interacción que implica el encuentro, en la acción del cuerpo y de los sentidos que se activan aun más en procesos de adaptación, de búsqueda y hallazgo, de relación con lo nuevo, de integración de lo desconocido a la experiencia previa del sujeto. En las artes performativas, la presencia activa del cuerpo, su acción, ha sido definitiva para reconocer, crear, expresar, interactuar y comunicar. ¿Qué relación se crea entre el cuerpo de un ser en movimiento y el sentido? ¿Cómo se encuentran el movimiento y el sentir del individuo?


Huella animal en lo humano…


A partir de su propia organización morfológica corporal, sus similitudes con otras especies y su progreso en crear formas diferentes de comunicación, se ha analizado cómo la “memoria animal” ha influido en la constitución y la acción de los cuerpos humanos. Este encuentro entre huellas animales y las posibilidades humanas ha constituido un espacio común debido a la inminente interacción del ser humano en el lugar que habita y las posibles expresiones artísticas que emergen naturalmente por medio de la acción de su cuerpo en contacto con otros. Nuestra habilidad de crear y participar en manifestaciones artísticas a partir de lo que vivimos como experiencia sensible proviene de aspectos que se relacionan con las principales fuentes de nuestras condiciones de vida: primero, la conciencia de nuestras habilidades físicas y de la acción de nuestros sentidos como facultad de los seres vivos, y segundo, la dimensión social (donde las especies deben desarrollar un comportamiento e interacción con el fin de comunicarse y vivir en un grupo social) y la dimensión individual del sujeto, donde también una noción profunda de lo real, lo divino y lo inexplicable o indecible está presente. Según Nikolaas Tinbergen, “[…] la forma en que un animal se comporta tiene mucho que ver con cuáles son sus órganos de los sentidos y si éstos son pocos, muchos, simples o complejos” (1966, 45)6 .


Regresando a esa huella animal en lo humano, ¿cómo las acciones que un ser humano lleva a cabo dependen de sus órganos de los sentidos al influenciar o determinar una parte de su percepción y comportamiento? ¿Cómo sus habilidades artísticas y creatividad también pueden encontrar raíces en las condiciones biológicas de los seres vivos? El autor menciona que el uso predominante del sentido de la vista en los seres humanos, por ejemplo, no sólo muestra el modo en el cual percibimos que los animales lo hacen (para nosotros, principalmente, a través de la manera en que los humanos observamos), sino también la importancia similar que los humanos damos a los ojos, de manera que la percepción que construimos tiene una propiedad visual fundamental, como una experiencia proyectada basada en nosotros mismos.


NOTAS:


3. Las preguntas en itálicas corresponden a un ejercicio de diálogo que planteo tener con el lector. La reflexión que emerge en este texto propone preguntas durante su recorrido, muchas de las cuales buscan eco en la vivencia propia del lector…

4. Thomas Sebeok (1996) considera la semiosis como un proceso dinámico de significación, de creación de sentido, presente en situaciones de interacción y experimentado por todas las entidades vivientes (de los cuales hacen parte los seres de los cinco reinos de la naturaleza: Monera, Protista, Fungi, Animal y Vegetal) y sus posibles extensiones inanimadas.

5. “[…] one biological property that makes art possible in the human species […]”.

6 “[…] how animal behaves has much to do with what its sense organs are and whether these are few, many, simple and complex”

Pensar con la Danza_UJTL-MinCultura-Colc
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